LA HABITACIÓN INHÓSPITA, EXTRACTO
LA HABITACIÓN INHÓSPITA CAROLINA PATON La cicatriz La mañana de ese día fue diferente. El haber visto a esa niña saltando me hizo rememorar instantes en que arrastré la profundidad de mi alma. La mano me temblaba y no podía controlar mis movimientos; era una fuerza extraña. Mi mano se fue directamente a la mejilla izquierda, a la altura de la oreja. La lluvia golpeaba fuerte la ventana y los truenos retumbaron en mi oído. Ese miércoles no fue igual, al levantarme un escalofrío me recorrió el cuerpo. Me duché y, al afeitarme, sentí la hoja de la rasuradora como un cuchillo. La sangre me chorreaba por el cuello y el espejo mostraba mi palidez. El tiempo se desvanecía en mi organismo. Me envolvió una nube. Lo único que recuerdo es ese resplandor turquesa y esos lugares que solo imaginaba y veía en los mapas. Un ruido me rompió la cabeza. Aterricé en un sillón de cuero blanco, donde fui despertando poco a poco; mis manos transpiraban. La ha